Monday, November 11, 2013

Gracias India - Tres meses ya

No puedo creer que ya han pasado tres meses desde que vine a la India... Tres meses desde que dejé a mi familia, desde que empecé a comer arroz tres veces al día, desde que no he utilizado una ducha... Tres meses desde que conocí a lo que antes eran nada más otros voluntarios pero ahora son amigos increíbles; tres meses de que vivo en un caos de suciedad y ruido que antes me molestaba, pero que ahora le siento parte de mi, este caos hermoso; tres meses desde que empecé a trabajar en Ashraya y ahora simplemente no puedo vivir sin mis enanos, que me sacan sonrisas y canas todos los días... Tres meses en India.

Cuando aún estaba preparando todo para venir acá, revisando todo con VASE, estresándonos por los papeles de la visa y tratando de averiguar algo de donde iba a vivir sin mucho éxito, pensaba que 6 meses era un montón de tiempo, no sabía sí me iba a ir bien o mal, estaba emocionada pero a la vez pensaba que iba a ser bien difícil. VASE se encargó de calmar esas dudas, y conocer a voluntarios anteriores que me contaban cosas increíbles de este lugar ayudó mucho a los nervios, después de todo, si ellos pudieron, porque no yo? Después fue el campamento que planeó la organización y las preguntas que tenía de mi voluntariado se aclararon. Así qué soló tenía que esperar, espera al vuelo, a llegar a este increíble país,  empezar a trabajar.. Y sí que estaba ansiosa y emocionada! Todo esto llegó más rápido de lo que creí y sin darme cuenta estaba en un país extraño con gentes desconocida, tratando de comer con las manos y de entenderme con la gente a punte caras y señas. Claro que no nos lazaron a la gran ciudad de un día al otro, tuvimos nuestro campamento de llegada al igual que el campeonato en Ecuador, y ahí pide conocer a quien sería mi compañera de cuarto, mi ahora casi hermana alemana, conocí a los demás voluntarios, extraños, pensaba yo, que también quieren dejar su huella en el mundo, pero que se convirtieron en personas muy importantes para mi, conocí a quienes son parte de ICDE India que están para todos los voluntarios 24/7... Y después de una semana con indicaciones ya precisas del país, la cultura y nuestros respectivos proyectos llegué junto con Sarah a lo que sería mi casa por los siguientes seis meses. 

Ahora déjenme decirles que me llevé un pequeño shock cuando llegué. Creo que esto fue sobre todo porque en el campamento de llegada tuvimos una estadía bastante cómoda y despreocupada, pero una vez en la ciudad viendo tantas caras de la moneda es inevitable ponerse a pensar en... Todo. Me parece que mi shock al inicio fue más que nada porque toda una vida estaba acostumbrada a un cierto estándar, y eso aquí cambió complemente. No quiero decir con esto que vivo mal o que paso molestias, porque no es así.. De hecho, la forma en la que vivo ahora no podría hacerme más feliz, YO no podría ser más feliz con como me encuentro ahora, y con lo que me rodea. Pero volviendo al punto, si fue un poco duro las primeras dos semanas hasta que mi mente y mi corazón se acostumbraran al día a día de aquí. Debo ser sincera, en este país uno puede ver cosas bastantes... Delicadas, por ponerlo así, y a mi por lo menos me dolió ver de este tipo de cosas; salir de la burbuja en la que muchos estamos sin siquiera darnos cuenta es a veces más difícil de lo que pensamos. Pero fue un buen cambio, una mejora, porque a pesar de que fue doloroso y complicado tener que afrontar a gente pasando hambre en la calle y rogando por comida; a basura por la mayoría de las calles y carros pitando cada dos segundos; a mis hermosos niños con situaciones familiares delicadas, con padres violentos, con recursos muy limitados; a mi propia familia hospedera teniendo a penas lo necesario para vivir... Todas esas cosas rompieron mi burbuja y creo... Espero, que me hayan cambiado en algo. 

Sin embargo tampoco quiero hacer que parezca que sufrí increíblemente, o que este lugar es demasiado fuerte para algunos, porque no lo es. Es parte del cambio y creo que venir acá me hizo más fuerte a mi misma. Después de ese shock inicial las cosas empezaron a calmarse en mi mente y pude abrir mis ojos y ver en verdad todo lo que este país tiene para ofrecer. Historia impresionante, paisajes bellísimos, gente increíblemente amable y solidaria que logra sonreír en las peores situaciones, gente que te saca a ti sonrisas infinitas en tus peores situaciones, amistades únicas, comida tan engordantemente deliciosa...! Esas fueron unas de las cosas que poco a poco me pude dar cuenta. Y una ve que las miré, que las viví y que las sigo viviendo me di cuenta que... India es un caos... Es un caos tan bello, tan único, tan diverso que no se puede no amarlo. He terminado enamorada de la India.

Cuando me di cuenta de esto? No fue hace mucho para ser sincera, pero desde que me di cuenta, lo confirmo cada día. Es obvio que hay momentos malos en donde me pregunto por qué las cosas son así aquí, por qué no puedo dar más que una galleta a un niño pobre, por qué no puedo hablar de ciertas cosas con mi familia hindú o en público, por qué siempre soy observada y a veces hasta tratada diferente sólo por ser extranjera y tener un color de piel diferente...? Son cosas que a veces molestan sobre todo porque uno sabe que son parte de la cultura y no se las puede cambiar, pero el punto es aprender a vivir con eso y dedicarse a lo demás. Ahora me dedico al resto, a lo que me hace amar a este país.

Mis pequeños monstruos son larte de eso que tanto amo de aquí, mis niños. Cuando llegue a Ashraya no sentía tanta confianza porque resultaba ser bien complicado trabajar con niños con capacidades especiales, no sabía bien que hacer, que enseñarles o como tratarles.. Eso no duró mucho, sobre todo porque las personas que trabajan ahí  me ayudaron bastante. Pronto me aprendí los nombres de todos mis niños, que podían y que no podían hacer, y creo que lo más importante, que les GUSTA  hacer. Me involucré más en proyectos con los niños para el centro y poco a poco fue conociéndoles bien a todos. Ahora me alegra decir que hay algunos (muchos :D ) enanos que NECESITO ver todos los días porque los he llegado a querer demasiado, y puedo notar que ellos a mi también. Cuando no vas al trabajo unos días por estar enferma y te enteras al siguiente día que los niños preguntaron por ti, cuando te buscan por todo el centro, cuando estas sentada y viéndoles jugar y de repente algunos vienen a sentarse a lado tuyo dejando sus juegos solo para este contigo... Ahí es cuando sabes que este voluntariado vale la pena... Vale tanto. 

Y con todo esto ahora no se cómo sentirme, no se sí debería estar feliz o triste, pero creo que es una mezcla de los dos. Estoy triste porque siento que no tengo suficiente tiempo; antes había dicho que seis meses me parecían un montón, pero ahora que ya he estado aquí por tres meses, por la mitad de todo lo que me voy a quedar, siento que todavía tengo tanto que ver y vivir y ayudar; hay tantas cosas que no quiero dejar de hacer y mirar, hay tantas cosas que me duele pensar que voy a tener que dejar atrás. Pero a la vez estoy feliz, estoy tan contenta porque pude adaptarme, porque ya no me siento como una extraña fuera de lugar, porque ya puedo llamar a este lugar mi hogar, porque tengo amigos increíbles, porque he conocido lugares que nunca antes soñé con ver, porque me siento querida por mis enanos... Hay tanto de este país que me hace feliz. Así qué con esto no tengo nada más que decir, gracias India. Gracias por una de las experiencias más hermosas de mi vida, y eso que aún no se acaba ;) 











 10/11/2013

No comments:

Post a Comment